Una de las preguntas más frecuentes que recibimos, a la hora de elegir un instrumento ¿Cuál es el mejor para mi hijo o hija?
Para empezar es importante saber que tocar cualquier instrumento musical trae una larga lista de beneficios que acompañarán a la persona por el resto de su vida, como por ejemplo:
Tocar un instrumento...
Reduce el estrés y la ansiedad
Desarrolla paciencia y perseverancia
Cultiva la creatividad
Ejercita casi todas las partes del cerebro
Incrementa y ejercita tu memoria
Te permite compartir con otras personas
Aumenta el autoestima
Es por esto que la primera decisión y la más importante es optar por clases de música para tu niño, niña o adolescente.
Existen varios factores por considerar al elegir un instrumento para tu hijo, las siguientes preguntas te guiarán y ayudarán a tomar esta decisión.
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¿Qué tan importante es la edad de mi hijo?
La edad del niño o niña es un factor importante para considerar, nos da mucha información como tamaño, motricidad y etapa del desarrollo cognitivo en el que se encuentra el niño o la niña.
La educación musical puede iniciar desde que el bebé está en el vientre de su madre, y cuando empieza a crecer es importante que consideremos empezar la educación musical sin un instrumento. Entre los 12 meses y los 2 años se puede considerar la Estimulación Musical.
A partir de los 3 años se puede iniciar una educación más formal y es aquí donde entra la Iniciación Musical.
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Los 5 años es la edad perfecta para empezar a pensar en un instrumento, ya que los niños y niñas tienen ya desarrollada la motricidad fina (el instrumento aportará a su desarrollo también). Además su tamaño les permite explorar ya algunos instrumentos.
¿El tamaño del instrumento importa?
Sí! Al momento de pensar en un instrumento para un niño o una niña es importante considerar el tamaño del instrumento. Los niños necesitan instrumentos que les permitan ejecutar la música sin sentirse frustrados o que puedan afectar su bienestar físico.
Es por esto que los instrumentos más recomendados para empezar son el piano (que aunque es grande, no necesita que el niño lo levante), el violín y el ukelele.
Estos instrumentos permitirán a los niños interpretar piezas adecuadas para su nivel sin sentir dolor o frustración.
¡También es importante el tamaño del niño! Ya que no todos los niños tienen el mismo tamaño a la misma edad. Si piensas que tu niño es muy pequeño o muy grande para su edad, puedes asesorarte con un profesor de música para que te ayude a elegir el instrumento.
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¿Cuál es el rol del niño o niña al elegir el instrumento?
El instrumento debe ser elección de cada niño o niña, lo mejor que puedes hacer como padre o madre es guiar a tu hijo.
Para ayudar a tu hijo o hija a tomar la decisión, conversa con ellos, muéstrales videos de personas tocando distintos instrumentos y deja que escuchen mucha música.
Cuando son más pequeños déjalos explorar distintos instrumentos a los que ellos puedan tener acceso. Si están en clases de estimulación o iniciación musical, pide al profesor que ayude al niño a probar y escuchar una variedad de instrumentos.
La música tiene que traer gozo y tranquilidad al niño o niña, ya que si no es así en lugar de aprovechar sus beneficios estarás obligándolos a realizar actividades que solamente les causen malestar. Esto probablemente generará un rechazo a la música y eventualmente la dejarán.
Tu presupuesto también es importante
La situación económica actual es un factor importante para considerar. Como padre o madre estarás en la posición de saber y considerar cuánto se puede invertir en el instrumento para tu hijo.
Afortunadamente, el mundo digital nos da la opción de acceder a instrumentos de segunda mano que son perfectos para iniciar y también tenemos la opción de acceder a instrumentos bastante económicos. Tus niños o niñas no necesitan el mejor y más caro instrumento para empezar.
Si tu hijo es pequeño (5 años) es probable que explore algunos instrumentos antes de elegir su preferido. No por esto debemos comprarles todos los instrumentos para que vayan probando. Una buena opción es pedir instrumentos prestados a familiares o conocidos que no los estén utilizando y dejar al niño probar cada uno durante algún tiempo.
También puedes motivarlos a que prueben primero los instrumentos que tienen en casa, que aprendan las bases musicales y después darles la opción de transferir ese conocimiento a otros instrumentos!
Con esta información puedes empezar a pensar cuál será el mejor instrumento para tu hijo o hija, recuerda ¡lo importante es que ellos decidan! Tu trabajo es guiarlos a tomar la mejor decisión.
En Tararí tenemos un equipo de profesionales que podrán asesorarte en todo el proceso. No dudes en contactarnos!